Volvimos pasado el mediodía y almorzamos en una típica churrascaría brasilera una feijoada im-pre-sio-nan-te.
Nos tiramos a dormir la siesta y cuando nos levantamos ya llovía mal, o sea, nos volvimos a dormir.
A la noche enganchamos una combi gratuita del hotel al Casino de Ciudad del este en Paraguay porque nos habían dicho que tenían espectáculos, bebidas gratis y no sé qué otras cosas... El tema es que llegamos y nos encontramos un panorama deprimente, un casino de maquinitas y un par de mesas, un bar donde te servían hamburguesas y un escenario pedorro donde iban a bailar seis chicas danzas árabes. Así como entramos le pedimos al tipo de la combi que nos llevara de vuelta.
De más está decir que nunca nos pidieron ni el documento para entrar o salir de Paraguay.
Cenamos unos pinchos en una lanchería (ya había dejado de llover) y a la cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario